Arcángel Miguel: Su energía nos brinda protección física y psíquica, para nosotros y nuestros seres queridos. Además, Miguel nos ayuda a tener voluntad para cumplir los objetivos que nos propongamos.
Arcángel Rafael: El Sanador Divino por excelencia. Nos asiste en todos los asuntos de la salud física y mental. Nos ayuda a aclarar los pensamientos y deshacer los “nudos” mentales. Además, es el Arcángel de los viajeros, los estudiantes, los maestros.
Arcángel Gabriel: Este Arcángel nos ayuda a equilibrar nuestras emociones, a purificarlas. También asiste a embarazadas o a las personas que quieren ser padres. Mensajero Divino de las “buenas nuevas” que el Universo tiene para nosotros.
Arcángel Uriel: El Arcángel de la Paz y de la abundancia. Nos ayuda a sentirnos en paz y vivir de esa manera. También lo podemos invocar para aprender a ser abundantes haciendo aquello que nos gusta.
Arcángel Chamuel: El Arcángel del Amor Divino. Chamuel nos ayuda a aprender a amarnos, a sentir ese amor incondicional del universo y poder contagiar esa energía a todas las personas y seres vivos con quienes contactemos.
Arcángel Zadquiel: El Arcángel del perdón y de la transmutación. Zadquiel nos ayuda a transmutar esas energías más densas, aquellos pensamientos negativos, creencias limitantes, sentimientos de angustia, ira, dolor… Nos enseña a perdonarnos y a poder perdonar de verdad a los demás, para no seguir cargando con ese peso.
Arcángel Jofiel: Nos conecta con la Sabiduría Divina que hay dentro de cada uno de nosotros. Jofiel nos enseña a escuchar esa parte más sabia que en general no hacemos caso, pero que siempre tiene razón, el famoso “escucha tu corazón”. Este Arcángel nos muestra lo importante que es escucharnos a nosotros mismos, sin importar el qué dirá o los miedos e inseguridades que creamos en nuestra mente.
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