Hace unos cuantos años, pasé por la penosa situación de terminar una larga relación. Lo recuerdo como un momento muy doloroso en mi vida, donde me encontraba perdida, con muchísimos desafíos por delante y la tarea de reconstruir toda mi vida, mis rutinas, encontrar un nuevo piso para vivir, todo sola, básicamente empezar de cero. Si estas pasando por una situación así, te entiendo, sé que es difícil, pero déjame decirte que todo pasa y la recompensa por pasar todo esto es maravillosa.

En mi caso, hacer mi propio proceso de sanación me permitió evolucionar como persona, salir fortalecida y me trajo como resultado conocer al amor de vida, la persona que me hace feliz día a día, alguien en quién confío plenamente y con quién me siento “en casa”, sea donde sea. Esa persona con quién formamos una hermosa familia, llena de amor, risas y alegrías. Con quién pasamos desafíos y momentos difíciles, pero siempre juntos. Y definitivamente, si tuviera que pasar todo eso de nuevo para estar con quién hoy es mi marido, lo haría una y mil veces.

Lo fundamental es hacer el proceso de sanación, el cuál permite recomponer los pedacitos de tu vida, para ir formándote nuevamente y atraer a esa persona especial desde un lugar de autentico amor y no desde un lugar de carencia o necesidad.

Con ayuda de los Registros Akáshicos puedes encontrar respuestas que antes parecían ocultas, pero lo más importante es que con mucha sabiduría tus propios guías te darán la sanación que tu alma necesita para estar en paz con la situación y poder salir adelante, resurgiendo de las cenizas como el ave fénix.